El asesor internacional de Donald Trump, Jason Greenblatt, se reunió ayer con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, un días después de una entrevista con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, en un intento de revitalizar el moribundo proceso de paz.
Se trató del primer encuentro entre el Presidente palestino y un representante de la Casa Blanca desde la llegada de Trump a la Presidencia.
El enviado de Trump reiteró el compromiso del nuevo Presidente de garantizar la seguridad de Israel y su voluntad “de ayudar a israelíes y palestinos a alcanzar una paz duradera”. Pero la paz sólo será posible a través de “negociaciones directas”, agregó el enviado, reiterando implícitamente la oposición de Trump a una solución impuesta por la comunidad internacional.
Jason Greenblatt, que durante décadas fue abogado en el grupo Trump, está a cargo de las negociaciones de acuerdos comerciales de todo tipo pero también del conflicto israelo-palestino. Trump escogió, según sus palabras, a uno de sus consejeros “más cercanos” capaz de “forjar consensos en temas difíciles y sensibles”.
Por otro lado, cuando el premier israelí Netanyahu se reunió con Trump el 15 de febrero, el líder israelí dijo haber acordado con la administración estadunidense un mecanismo común para que la colonización no sea un tema de discordia, como fue el caso durante la administración de Barack Obama.
Trump encargó a Greenblatt implementar ese mecanismo, pero Washington advirtió que no hay que esperar un resultado espectacular de su misión.