Una Corte Federal de Apelaciones negó los argumentos presentados por Miguel Pérez Jr, un veterano del ejército de Estados Unidos, para evitar ser deportado a México, país del que emigró cuando tenía ocho años y al que no ha vuelto desde hace 31 años.

Pérez Jr., un residente de Chicago, que cumplió dos periodos como soldado en Afganistán y quien en fecha reciente terminó de cumplir una sentencia de cárcel por drogas, ha buscado permanecer en Estados Unidos argumentando ante las cortes que su vida estaría en peligro si fuera deportado a México.

Un panel de tres jueces de la Corte Federal de Apelaciones del Séptimo Circuito, rechazó este argumento. El abogado de Pérez, Chris Bergin, dijo al periódico Chicago Tribune que Pérez podría ser deportado a México tan pronto como esta misma semana y señaló que el caso resalta la hipocresía en la forma en que el país trata a algunos miembros del servicio militar estadunidense.

En una declaración, familiares y simpatizantes de Pérez dijeron que el fallo de la Corte de Apelaciones les ha causado “angustia”. “Desde el principio, Miguel ha luchado contra su deportación, no solo por sí mismo, sino en solidaridad con otros veteranos que cuentan con tarjeta verde (residencia permanente en Estados Unidos) y que han sido o que ahora están enfrentando la deportación después de haber servido a su país en combate”, señalaron.

Pérez, inmigró a Estados Unidos en 1987, cuando tenía ocho años y recibió luego la residencia legal en este país.

En 2001 cuando tenía 23 años, se enlistó en el ejército agradecido por las oportunidades que Estados Unidos había ofrecido a varias generaciones de su familia. Pérez sirvió en Afganistán en 2002 y regresó a otro periodo en abril de 2003.

A su regreso de Afganistán, comenzó a consumir cocaína y falló una prueba de drogas de rutina y optó por una salida anticipada del ejército para regresar a Chicago, su lugar de residencia.

Pérez dijo en una entrevista al periódico Chicago Tribune que luchó para mantener puestos de trabajo y que buscó tratamiento en un hospital para veteranos donde los médicos le diagnosticaron trastorno de estrés postraumático.

Relató que entre tanto se volvió a conectar con un amigo de la infancia que proporcionaba drogas y alcohol gratis. En noviembre de 2008, mientras estaba con ese amigo, Pérez entregó un maletín lleno de cocaína a un agente encubierto.

Pérez se declaró culpable de entregar menos de 100 gramos de cocaína y fue sentenciado a cumplir la mitad de una sentencia de 15 años de prisión. Perez paso siete años en prisión y poco antes de dejar la cárcel a principios de 2016, fue notificado que sería entregado a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) para ser deportado del país, al no haber solicitado la ciudadanía estadunidense.

Desde entonces, la familia de Pérez ha estado luchando en contra de su deportación. De acuerdo con el Departamento de Defensa de Estados Unidos, unos 18 mil 700 inmigrantes con residencia legal en Estados Unidos estaban enlistados en las fuerzas armadas en 2017.

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