Habitantes del pueblo de Santa María Nativitas tomaron el pozo de agua del poblado e impiden el suministro por medio de pipas, ante la falta de atención por las autoridades de la delegación Xochimilco al socavón que se abrió la semana pasada en la carretera vieja a Tulyehualco.

Se trata de una oquedad con diámetro de 70 centímetros y profundidad de cinco metros, ligada a una caverna, menor en comparación a la registrada en noviembre del año pasado a 500 metros de la misma vialidad, pero está justo al lado de un muro de contención en riesgo de colapsar, advirtieron.

Aseguraron que desde el viernes de la semana pasada, cuando se abrió el socavón, las autoridades sólo acordonaron el sitio con tiras de plástico, pero nadie informó qué motivó la apertura ni ha sido rellenado.

La aparición de otro socavón nos pone en alerta y nos inquieta que no se haya dado a conocer algún dictamen o reporte sobre el riesgo en el paso sobre la carretera, expusieron.

El sitio se encuentra acordonado para realizar los trabajos y evitar algún accidente, lo que ocasionó que se redujera a un carril la circulación, cuyo tránsito es muy intenso entre las siete y las 10 horas.

Las autoridades descartaron que la oquedad se haya generado por un problema geológico.

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